En cumplimiento de su ejercicio de control y vigilancia, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) impuso una medida de suspensión de actividades de una fábrica de artículos plásticos y transporte de carga por carretera ubicada en zona urbana del municipio de Soacha.

En operativo realizado por técnicos de la dirección regional Soacha se logró establecer que dicha empresa, dentro de su actividad productiva reutilizaba retales de acrílico, incorporando el uso de sustancias químicas especiales a los procesos de fundición, destilación y moldura sin el cumplimiento de requisitos ambientales.

De acuerdo con los cálculos hecho por los técnicos de la CAR, en este punto se elaboraban aproximadamente 1.500 láminas de acrílico al mes, es decir que el volumen de producción podría estar cercano a 3.6 toneladas, lo cual requiere un permiso de emisiones atmosféricas previas a su funcionamiento, dado el nivel de riesgo de las sustancias que maneja y que estarían dispersándose a la atmosfera.

“Esta actividad productiva estaba generando además desechos peligrosos, pues en la diligencia observamos un recipiente con peróxido orgánico el cual es utilizado como catalizador para solidificar el acrílico y moldear en forma de lámina”, explicó César Augusto Rico Mayorga, director regional Soacha de la CAR.
El funcionario agregó que la empresa no contaba ni con permiso de emisiones ni registro como generador de desechos peligrosos, por lo cual se hizo necesaria la imposición de la medida.

“Nuestra obligación como autoridad ambiental es aplicar la normatividad vigente y exigir a los sectores industriales los permisos que correspondan según los riesgos asociados a sus actividades”, aseguró el director Rico Mayorga.
La Corporación invita a los fabricantes y productores a acogerse a los permisos y autorizaciones definidas en la legislación ambiental para el desarrollo de actividades, espacialmente si estas representan riesgos para el entorno y la salud de las personas.